Recuerdo de 2018- El protocolo loco, loco

Sucedió hace tres años, un 30 de noviembre. Un recuerdo con humor.
Aleluya, demos gracias, oremos. Llegó el G20 que no tiene nada que ver con el punto G. Muy por el contrario si alguien quiere sentir placer tendrá que esperar nuevos tiempos. Los líderes del mundo llegaron a nuestro país, aleluya.
Llegó Macrón y nadie lo esperaba, mejor dicho lo esperaban pero lo recibió un técnico con chaleco amarillo, justo cuando el presidente de Francia venía de resistir una masiva protesta de los chalecos amarillos. Aleluya.
Pero, esto es el protoloco. Si vino al país de los globos amarillos que se aguante, que se joda si no entiende el francés de su anfitriona tardía, con el título de vice, nosotros tampoco la entendemos cuando habla en nuestra idioma.
El presidente chino era la gran atracción. Y allí estaba la banda militar, los bastones, las trompetas, la alfombra roja y todos empezaron a tocar cuando bajó un señor con ojitos de chino, hasta que se dieron cuenta que no era el presidente chino, sino un colaborador. Y bueno, para nosotros, los chinos son todos parecidos. “A todos los vuelvo locos con mi protocolo amarillo” (ritmo de bomba tucumana).
El protoloco de los mejores del mundo. ¿Qué puede salir mal?
Llegaron otros presidentes y tenían menos público que un camello en la Antártida. A pesar que tenemos tantos dirigentes como para mandar comitivas de cien personas, mínimo, para recibir a cada uno. Pero el protoloco es una invención nuestra. Y mandamos de a dos, algunos disfrazados de plantas. Porque somos ecológicos.
Aleluya, todo está perfecto. El partido de la copa Libertadores de América lo vamos a jugar en España, es una forma de pedirle perdón al rey por haber tenido la osadía de liberarnos y darles un gran negocio para que nos anoten en la agenda de los mejores súbditos. Y también tenemos algo para la primer ministro inglés, después de todo no vamos a pelear por unas islas.
Si no hay problemas, todos felices al son “del protoloco amarillo”.
Somos los mejores del mundo. No podemos arreglar la economía, aumentamos día a día la pobreza, les damos a los poderosos lo que quieren, escondemos los indigentes, los recibimos como podemos, mentimos como nadie lo hace y si nos equivocamos es porque somos derechos y humanos. Después de todo, pasan cosas y a quién le importa.
Ya recibimos a Donald con su bella esposa, y toda su movilización. Ya recibimos a algunos que no conocemos pero somos los más grandes. Nos falta recibir a Putin y a Merkel que tuvo problemas con el avión porque no contrató nuestras aerolíneas de bandera.
¿Quién va a recibir a Putin?…Busquemos algunos que no se duerman. Total, lo único que importa es que no haya fallas en la seguridad, lo del partido de la copa Libertadores fue una anécdota. El sufrimiento de los argentinos es una chicana, la vida pasa por otro lado, pasa por ser millonario, pasa por manejar la justicia, pasa por rendir honores a los poderosos del mundo.
Lo demás es una tontería.
Nosotros somos los mejores. Fin. “Un pasito para acá, un pasito para allá…”
Nancy M (nota escrita el 30/11/2018, publicada en mi muro de Facebook)
Imagen del diario: “La República”.ec

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