Los hermanos sean unidos
Los soles y la luna festivalera llegaron a la ciudad y entre las cuerdas de una guitarra campera, la política fue tejiendo su propia copla. El Anfiteatro se llenó de corazones abiertos, la costanera...
Los soles y la luna festivalera llegaron a la ciudad y entre las cuerdas de una guitarra campera, la política fue tejiendo su propia copla. El Anfiteatro se llenó de corazones abiertos, la costanera...