Lo esencial ¿es invisible a los ojos?

Texto e ilustración: jorG villar (*) 

Día 98 de la cuarentena, bajo al súper, a comprar 2 o 3 cosas esenciales. En la cola esperando para pagar, el cajero discutía con un médico sobre la esencia de la cuarentena. Llegó mi turno y me dicen que es esencial que me ponga alcohol en gel antes de darle la tarjeta de débito.

Al llegar a la esquina de casa, estaba como perdido, (y eso que me ubico bien, parte por mis días de boy scout y mis años de buzo donde la orientación es esencial para no salir a 1500 metros del barco en medio de alta mar) pero sentí que a esa esquina no la conocía, era como la famosa encrucijada donde el diablo recogería al mejor guitarrista para hacerlo el rey del blues.

Seguía con mi bolsa en la mano y por una de las calles venía caminando un empleado de la real academia española repitiendo “La esencia es aquello invariable y permanente que constituye la naturaleza de las cosas”.

Por otra calle veo a un lingüista repitiendo: “el término proviene del latín essentia, que a su vez deriva de un concepto griego”.

A lo lejos y por otra calle, escuchaba a dos intelectuales debatiendo y solo pude escuchar que “es el sentido de la cosa dada, aquello que la cosa es en sí misma, a diferencia de todas las demás y de los estados variables de la cosa al experimentar el influjo de tales o cuales circunstancias”.

Sin comprender nada de lo dicho, por ellos, recordé las palabras de Groucho Marx, un intelectual es un tipo con úlcera, caspa y lentes de aumento.

Ya más ubicado, me encuentro al repostero de la panadería, que ante todas las voces escuchadas me dice que “se llama también esencia el extracto líquido concentrado de una sustancia, generalmente aromática”.

Subí, me senté en la compu y me puse a escribir, ¿a que llamamos esencial? ¿Cómo afecta este estado que estamos atravesando en nuestra esencia? ¿Cambiará nuestra esencia, después de esta pandemia?

Realmente, no creo que los cambios sean notables. Aquel que es o fue bueno lo está siendo de más en estos días. El solidario es más solidario.

¿Será el capitalismo más humano post pandemia?, ¿Tributarán los esencialmente ricos lo acorde a su posición para hacer una sociedad más esencialmente justa?

Por ahora parecería que no, cada vez más empresas con domicilio fiscal en paraísos fiscales están pidiendo ayuda financiera a los gobiernos donde tienen su base operativa, aunque no tributen allí. Aparentemente nada cambió. Seguirán post pandemia los paraísos fiscales, que tanto mal hacen a las economías locales.

¿Le estamos dando a los que llamamos esenciales el valor que tienen en la sociedad? Hasta ahora no, los que llamamos esenciales son los que, con los sueldos más bajos, están manteniendo en funcionamiento los días y la vida en el mundo: recolectores de residuos, repartidores, docentes, empleados de supermercados, enfermeros, médicos y empleados de app que ni siquiera tienen un sueldo.

¿Seguiremos llamando esencial a un periodista de espectáculos que va a contar sobre la vida de la farándula? Esperaría que no, pero hoy los llaman así y por eso pueden estar las 24 horas en la televisión.

Será como dijo El principito que “lo esencial es invisible a los ojos”.

Esto fue, en esencia, un post sobre la esencia, valga la redundancia, esperando que después de la pandemia seamos esencialmente mejores, más solidarios y más esenciales para nuestro círculo íntimo, manteniendo nuestra esencia, haciéndonos únicos.

Esperemos que no sea como suelo decir, que lo esencial es inservible a los ojos.

Esperemos.

(*) Diseñador multimedia, fotógrafo amateur, escritor…(según sus propias palabras escritor haciendo uso indebido del título)

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