Los fantasmas del pasado que van y vienen

Fantasmas van, fantasmas vienen. El lugar está lleno de fantasmas. En realidad, los pobladores están pensando y creyendo en ellos. Por eso vuelven una y otra vez a meter miedo.

Este lugar está maldito, susurran los huéspedes que hacen sus maletas para irse, pero nunca se van definitivamente. Permanecen quietos a la espera de oír los ruidos, las apariciones, el chamuyo de esas figuras que se mueven en la bruma.

“Los monstruos son reales, y los fantasmas también: viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan”, una frase del escritor Stephen King.

A veces, ellos ganan. Sí.

Nuestro país está atravesado por fantasmas que van y vienen. Condenado a una deuda externa-eterna, al menosprecio de nuestra moneda, a la inflación, a las desigualdades, a las divisiones, al amor-odio.

Fantasmas que van y vienen disfrazados, con distintas máscaras, a cobrarse deudas del pasado o a burlarse de nuestra capacidad para repetir los errores de la historia como si fuéramos seres sin memoria.

Como si fuéramos seres que necesitamos ser engañados, una y otra vez, para expiar nuestras propias culpas.

“La culpa es del peronismo”, “La culpa es de la Embajada”, “La culpa es de la derecha”, “La culpa es de la izquierda”, “La culpa es del presidente que quiere dialogar ”, “La culpa es de los que no quieren dialogar”, “La culpa es del ministro que se fue”, “La culpa es del ministro que viene”, “La culpa es del Papa”, “La culpa es de Messi si no ganamos”.

Nunca, pero nunca, “la culpa es nuestra”. Jamás de los jamases.

Somos, mayoritariamente, una sociedad inmadura, insatisfecha, y nada devota a la autocrítica. Y tenemos muchos dirigentes -que dicen representarnos- hechos a esa imagen y semejanza.

La lógica de la ilógica

Mientras sindicatos y movimientos sociales reclamaron en la calle el día de la conmemoración de la muerte de José de San Martín, se conocieron los millonarios subsidios en energía -y otros servicios- que hace años vienen beneficiando a personajes con grandes fortunas.

Los privilegiados no renunciaron a los subsidios que se propusieron durante el gobierno de Cristina Kirchner, en 2011, para aquellos usuarios que no lo necesitaban. Obvio que no iban a renunciar a una ayuda estatal que les permitió ahorrar, a algunos “famosos”, entre un millón y tres millones de pesos.

Famosos que se molestaron por la difusión de sus nombres en algunos medios. Nada nuevo bajo el sol argento. Escrachar a los que cobran planes que apenas alcanza para vivir sin morir en el intento, les parece muy “republicano”, pero hablar de sus privilegios innecesarios es “una invasión a la privacidad”.

La lógica de la ilógica arraigada en nuestra cultura. La lógica de la ilógica.

“Divididos seremos esclavos. Unidos, estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor.” José de San Martín.

Las palabras de San Martín son parte de esos fantasmas que nos inocularon el virus del olvido y vuelven a burlarse de la extraña capacidad que tenemos para repetir errores.

Una marcha con consignas diversas

Representantes de organizaciones sindicales villamarienses y de la región estuvieron el 17 en la marcha convocada por la CGT.

De Villa María asistieron dirigentes de la CGT, del Centro de Empleados de Comercio (CEC), de AOITA, del Sindicato del Seguro, de Camioneros, Luz y Fuerza, UPCN, de la Bancaria, SADOP y UATRE, que se trasladaron hasta CABA en colectivos y combis.

“Nos movilizamos por la situación económica, vemos que los grupos concentrados son los que llevan adelante el desbarajuste de lo que es la economía, los salarios no alcanzan, si bien tenemos paritarias, esta inflación galopante se lleva el salario, necesitamos reajustes inmediatos”, afirmó a EL DIARIO, Edgardo Garmendia.

Si bien la convocatoria parecía destinada a repudiar a los grupos concentrados que aumentan de forma constante los precios, la cancha se embarró un poco con cuestionamientos al Gobierno por parte de algunos sectores presentes.

Rápidamente, la oposición agarró la pelota (en eso son expertos) y se quedó con las críticas al Ejecutivo para gambetear el reclamo principal y sacarlo de la cancha.

Si no hay una unidad clara y específica en las protestas, si el mensaje de la movilización se dispersa, seguimos fomentando la división que alguna vez condenó a San Martín al exilio y a morir lejos de la Patria por la que tanto había luchado.

Los reclamos y las convocatorias deben ser claras para que nada se desvirtúe y agiten los fantasmas.

El fantasma de Braden

“Braden o Perón”, fue el slogan electoral que utilizó la fórmula “Perón-Quijano” para ganar las elecciones del 24 de febrero de 1946. En 1945, la embajada de Estados Unidos, a cargo de Spruille Braden, promovió la unificación de la oposición en un frente antiperonista que incluyó a los partidos Comunista, Socialista, Unión Cívica Radical, Demócrata Progresista, Conservador, la Federación Universitaria Argentina (FUA), la Sociedad Rural (terratenientes), la Unión Industrial (grandes empresas) y la Bolsa de Comercio. Una coalición extraña y para analizar a la luz de lo que hoy acontece. La extrema izquierda y el socialismo, cuyas bases eran los obreros, del brazo de las entidades más conservadoras.

Por su lado, Perón encabezó una coalición integrada por la UCR, junta renovadora, el Partido Laborista -expresión del movimiento obrero- y el Partido Independiente.

El Partido Independiente fue creado en 1945, convocando a simpatizantes conservadores, algunos militares y dirigentes independientes sin actuación política previa. Una mezcla que hoy causaría escozor en ciertos grupos puristas y que llevó a la fundación del peronismo.

En 1945, Juan Perón recibió al embajador de USA, Spruille Braden, quien le llevó una suerte de “pliego de condiciones”, terminando su ofrecimiento:

“Créame, señor presidente, que si usted hace todo esto será muy bien considerado en mi país”.

Perón le contestó: “Vea, señor Embajador: a mí no me interesa ser muy bien considerado en su país al costo de ser un hijo de puta en el mío.” Diálogo contado por Aníbal Fernández en su cuenta de Twitter, en 2018.

Con la Embajada, los medios, y las corporaciones en contra, Perón ganó las elecciones con “tiza y carbón”, recorriendo los pueblos en tren con su esposa, Eva.

Recordar la historia es el mejor aprendizaje para ahuyentar fantasmas.

La unidad de las distintas vertientes que tenían los mismos intereses, colectivos, ayudaron al triunfo de Perón, las divisiones y los intereses personales fueron causas de las derrotas.

Las miradas sectoriales pueden aportar sus ideas; todas las exigencias son importantes, en tanto no debiliten al conjunto y les sirvan el banquete a las fieras.

Mister Stanley, 77 años después

En los últimos días, habló el embajador de USA. Hoy se llama Marc Stanley y no se parece, físicamente, a Braden, pero responde a las mismas políticas intervencionistas de su Gobierno.

Estados Unidos sigue teniendo su lupa sobre Latinoamérica y sus riquezas. Nada nuevo bajo el sol. Lo ha hecho desde tiempos remotos. El fantasma de Braden va y viene.

Stanley habló de la necesidad de una coalición y se armó el revuelo en “El Conventillo de la Paloma”.

“Olvídense de las ideologías y los partidos y armen ya esa coalición. Se los digo como representante del país que quiere ser su socio y como alguien que ama la Argentina y ve su potencial: trabajen esos acuerdos ahora, no esperen 16 meses”, dijo Mister Stanley.

La portavoz del Gobierno argentino se encargó de replicar que “no se aceptan injerencias externas”.

Si miramos las cosas con frialdad y sin enloquecer, las opiniones de este señor son las que responden a los intereses de su país sobre nuestras riquezas naturales, hoy en una feroz competencia con China.

El problema no está en lo que pretende Estados Unidos. Ellos defienden lo suyo, cosa que también deberíamos hacer nosotros.

El problema está puertas adentro, con los buitres propios. Los que se endeudaron para llevarse los dólares, los tenedores locales de bonos de deudas, los que dan golpes de mercado, entre otros, y manejan los hilos de los fantasmitas que transitan por algunos pasillos judiciales, legislativos o ejecutivos.

La verdadera grieta está entre los que defienden los intereses del país -son muchos-  y los que piensan solo en sus intereses personales o corporativos -son muy pocos-.

La división en la sociedad son las cadenas que arrastramos por no haber comprendido las lecciones de la historia. Más allá de la simpatía o no que se tenga por Perón, su discurso, doce días antes de las elecciones de 1946, tuvo frases que parecen dichas hoy, como si el tiempo se hubiera detenido.

“Los argentinos, con las virtudes propias de nuestro pueblo, no es posible que puedan acompañar a quienes los han vendido y los llevan a rastras, de los que han sido sus verdugos y seguirán siéndolo el día de mañana.

Los pocos argentinos que de buena fe siguen a los que han vendido la conciencia a los oligarcas, solo pueden hacerlo movidos por las engañosas argumentaciones de los habladores profesionales. Estos vociferadores de la libertad quieren disimular, alucinando con el brillo de esta palabra, el fondo esencial del drama que vive el pueblo argentino.

Porque la verdad verdadera es esta: en nuestra Patria no se debate un problema entre libertad o tiranía, entre Rosas y Urquiza; entre democracia y totalitarismo. Lo que en el fondo del drama argentino se debate es, simplemente, un partido de campeonato entre la justicia social y la injusticia social.” Párrafo del discurso realizado el 12 de febrero de 1946.

Los verdugos siguen estando, al igual que los vociferadores de la libertad y los habladores profesionales.

Los fantasmas del pasado, que no logramos derrotar, y a veces ganan.

-Ilustración Raúl Olcelli. Nota de mi suple de El Diario del Centro del país.

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