El sartén, el mango y la fiera peligrosa

Hechos que impactan y no son producto de la casualidad. El “parasitismo neoliberal en pie de guerra”. Dirigentes perdidos en chicanas verbales. Una encuesta que muestra que casi el 60% de los argentinos/as están decepcionados de los políticos. Semana de octubre entre sartenes y mangos

Mientras el sistema siga su marcha hacia el abismo, enfrentando su propia crisis, las turbulencias serán moneda corriente. Cada día surgirán hechos que no son producto de la casualidad, ni del delirio de un par de loquitos sueltos. Cada suceso que nos impacta en los últimos tiempos tiene causas que se vienen gestando en las profundidades de la decadencia del capitalismo global, convertido en un combo de especulación financiera que el reconocido economista argentino (fallecido en 2019) Jorge Beinstein definió como “parasitismo neoliberal” o lumpenburguesía (clase con una mirada hacia afuera que no actúa en favor de su Nación).

El caos global, que nos afecta de diversas formas a todos y todas, es el rugido de un sistema capitalista acorralado. “La fiera está vieja y enferma, aunque, como sabemos, la senilidad es peligrosa, sobre todo si quien la padece es muy poderoso y rico en recursos destructivos”, decía Beinstein en 2008, refiriéndose a la crisis y debilidad del capitalismo en ese momento.

Jorge Beinstein fue uno de los pocos economistas que advirtieron la crisis de la globalización en el comienzo del siglo XXI. Por esa razón fue aislado y silenciado. Sus publicaciones tienen rigor científico y se meten en el fondo de las “crueldades” de las nuevas elites dominantes. Si bien murió en enero de 2019, antes de la llegada del COVID-19 y de la guerra en Europa, su análisis económico y geopolítico ya advertía las turbulencias que enfrentaría el planeta.

En 2018, escribió: “Estamos ingresando en una nueva etapa histórica de duración incierta, marcada por una crisis deflacionaria global que se va agravando, acompañada por señales alarmantes de guerra. Las élites dominantes locales no son el sujeto de una nueva gobernabilidad, sino el objeto de un proceso de decadencia que las desborda. Peor aún: esas lumpenburguesías aportan crisis a la crisis (más allá de sus manipulaciones mediáticas, que tratan de demostrar lo contrario), creen tener mucho poder, pero no son más que instrumentos ciegos de un futuro sombrío.”

El Cambalache siglo XXI

Las noticias de la primera semana política de octubre recordaron al tango de Discepolín. “Mezclao con Toscanini, va Escarfaso y Napoleón, Don Bosco y La Mignón, Carnera y San Martín.”

Las críticas de Facundo Manes a Mauricio Macri y las réplicas contra Manes de dirigentes de su espacio estuvieron a la orden del día. Estuvieron, entre idas y venidas, “hasta las manes (lenguaje inclusivo)”. Disputas de barricadas, mientras se conocía que la senadora Carolina Losada ingresaba a su hermana en la Planta del Senado con el modesto sueldo de casi medio millón de pesos. La gratitud con la familia tiene precio, al parecer. Dale nomás, dale que va. En medio del guiso y del desaguisado, siguió el avance de la investigación de uno de los hechos más graves de los últimos tiempos: el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En los próximos días se conocerán más detalles relacionados con los que estarían detrás de los acusados hasta el momento. “Hay más personas y de mayor relevancia”, dijo el doctor José Ubeira en las últimas horas.

La detención de mujeres mapuches en Río Negro, ordenada por la Justicia, y la represión policial en La Plata que obligó a la suspensión del partido entre Gimnasia y Boca, fueron los temas más candentes y de especial atención.

Mientras tanto, en estos pagos a orillas del Ctalamochita, se siente el aroma de las flores de campaña. El PRO, con Darío Capitani a la cabeza, anduvo por Buenos Aires para traer a este corazón del país el modelo “fantástico”, según ellos, de CABA y de Horacio Rodríguez Larreta, el que te habla por teléfono por estos días.

El centralismo porteño, ejemplo de civilización, según Domingo Faustino Sarmiento.

Crisis de civilización

Beinstein, hablando de la crisis del capitalismo, indicó: “Yo prefiero hablar de crisis de civilización, es decir, de la civilización burguesa que presenta múltiples aspectos: económico-financiero, ambiental, energético, alimentario, militar, y cuyo motor se encuentra en el centro del mundo: los Estados Unidos.

Es una crisis global que viene siendo preparada desde hace unas cuatro décadas, el despegue de la decadencia del sistema puede ser establecido en el lustro que va desde 1968 a 1973, cuando concluyó la prosperidad de la postguerra. Estamos ahora en el comienzo de lo que muy probablemente será un largo período de turbulencias, marcado por la declinación general del sistema.”

El economista dejó conceptos muy interesantes con respecto al avance de la elite dominante en nuestro país:

“La ola contrarrevolucionaria de 1976 contó con la intermediación militar; la de los años 1990, empleando principalmente a la clase política; pero la de 2015 (con la llegada de Macri a la Presidencia) es protagonizada de manera directa por la cúpula mafiosa, prescindiendo de intermediarios significativos, rodeada por una corte sumisa de comunicadores, jueces, sindicalistas, gendarmes y policías.

Esta hiperconcentración de poder es no solo peligrosa para las víctimas, sino también para la propia mafia dirigente, ahora visible para todos, sin chivos expiatorios ante eventuales rebeliones de los de abajo.

Goethe señalaba que quien en tiempos oscuros distorsiona la realidad, contribuye a la confusión general, pero que quien se atreve a mostrarla sin ocultamientos abre las puertas de un mundo nuevo. Nietzsche agregaba que el valor de un ser humano se mide según la cantidad de verdad que es capaz de soportar.”

Un poco de historia

Beinstein explica los cambios en el sistema capitalista de la siguiente manera: “En los años noventa, el discurso neoliberal desbordaba optimismo.

El ´fantasma comunista´ había implosionado y el planeta quedaba a disposición de la única superpotencia, los Estados Unidos: el libre mercado aparecía con su imagen triunfalista, prometiendo prosperidad para todos.

Como sabemos, esa avalancha no era portadora de prosperidad, sino de especulación financiera, pues, mientras las tasas de crecimiento económico real global continuaban descendiendo tendencialmente desde los años setenta (y hasta la actualidad), la masa financiera se expandía en progresión geométrica.

Se estaban produciendo cambios de fondo en el sistema, mutaciones en sus principales protagonistas que obligaban a una reconceptualización. En el comando de la nave capitalista global comenzaban a ser desplazados los burgueses titulares de empresas productoras de objetos útiles, inútiles o abiertamente nocivos y su corte de ingenieros industriales, militares uniformados y políticos solemnes, y empezaban a asomar especuladores financieros, payasos y mercenarios despiadados.

La criminalidad anterior, medianamente estructurada, era reemplazada por un sistema caótico mucho más letal. Se retiraba el productivismo keynesiano (heredero el viejo productivismo liberal) y se instalaba el parasitismo neoliberal.”

La hegemonía financiera

En una de sus publicaciones continúa expresando: “Mientras se desaceleraba la economía productiva, crecía exponencialmente la especulación financiera: uno de sus componentes principales, los productos financieros derivados, equivalían a unas dos veces el Producto Bruto Mundial en el año 2000 y unas doce veces en 2008; por su parte, la masa financiera global (derivados y otros papeles) equivalía, en ese momento, a unas veinte veces el Producto Bruto Mundial. Hegemonía financiera apabullante que transformó completamente la naturaleza de las élites económicas del planeta.

La desregulación (es decir, la violación creciente de todas las normas), el cortoplacismo y las dinámicas depredadoras fueron los comportamientos dominantes y produjeron veloces concentraciones de ingresos, tanto en los países centrales como en los periféricos, marginaciones sociales y deterioros institucionales (incluidas las crisis de representatividad).”

¿Es una guerra ideológica o una guerra por el mango? Las corporaciones están por encima de las ideologías, están por encima del sistema. Los gobiernos no pueden ir más allá de lo permitido. “Porque si fueran al corazón del negocio estarían destruyendo al núcleo motor del capitalismo global”, remarcó Beinstein.

“Lo que les queda es aplicar sucesivas dosis de calmantes, de remedios parciales, insuficientes, a la espera de algún milagro, es lo que suelen hacer los médicos con los pacientes incurables”, agregó.

Encuesta con alerta roja

Estamos en un escenario, sin duda, de riesgo. No solamente por la guerra por la sartén y por el mango, sino porque la dirigencia política, mayoritariamente, está en un proceso de levitación, inmersos en intereses individuales y alejados del sentimiento que anida en la mayoría la población.

Durante la primera semana de octubre, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) publicó en su página web una encuesta realizada en Argentina.

La muestra, si bien no es palabra santa, tiene puntos muy interesantes para ser analizados por los dirigentes de todos los espacios.

Uno de los ítems que merece ser evaluado es el siguiente: Ante la pregunta ¿En este momento, qué siente respecto a los políticos?, el 59,3% de los consultados respondió: “Estoy muy decepcionado con la clase política en general”.

Alarmante. Muchachos y muchachas de la política, no es momento para peleas ridículas.

Hace tiempo, desde este Suplemento, venimos advirtiendo que si la dirigencia no se deja de joder; con proyectos personales y toma conciencia de la necesidad de encontrar acuerdos para beneficio de la población, la crisis se los va a llevar puestos y volverán a gobernar las crías de este sistema viejo y enfermo.

La encuesta de la CELAG también, tiene un aviso para la justicia. El Poder Judicial tiene una imagen negativa del 60,9%.

Lo positivo es que el 63,4% confía en las elecciones de 2023 para resolver el futuro del país y defiende la democracia.

Si salimos del caos, si logramos trabajar por un nuevo orden, será por fin “la hora de los pueblos”.

Sería justicia.

♣ Fuentes consultadas: -La página de Jorge Beinstein: https://beinstein.lahaine.org/

-Crónica de una crisis anunciada: entrevista a Jorge Beinstein …https://www.centrocultural.coop

-Imagen Raúl Olcelli, mi compañero de El diario del centro del país.

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