Los jubilados en el banco de las necesidades

Un arduo trabajo le espera al Congreso de la Nación en el mes y medio que resta del año. En uno de los momentos más críticos en materia económica, el Ejecutivo diseñó la nueva fórmula para el pago de las jubilaciones.

El sector pasivo sigue esperando una reparación a sus ingresos, que en 2018 y 2019 perdieron casi un 20% del poder adquisitivo. Si bien, en el transcurso de 2020, los medicamentos gratis, los bonos extraordinarios para la mínima y los incrementos establecidos por decreto permitieron una leve mejora, está lejos de ser suficiente frente al costo de la canasta básica.

La nueva fórmula, que deberá ser tratada por los legisladores, retoma el camino iniciado en 2008 por la administración de Cristina Fernández de Kirchner. La inflación no se tendrá en cuenta y es una de las objeciones planteadas desde una oposición que no dudó en 2017 cambiar las variables, para ahorrar más de 80 mil millones de pesos.

A partir de la decisión del Gobierno anterior, el haber jubilatorio cayó un 19,7%.

Las autoridades actuales consideran que el proyecto definido en los últimos días va a permitir la recomposición de los haberes al mismo ritmo de la suba de salarios.

Es una decisión política volver a usar esta fórmula que estuvo vigente desde 2008 a 2017 y por suerte ya contamos con un número suficiente en el Congreso como para que pueda hacer su recorrido por las comisiones”, indicó la titular de ANSES, Fernanda Raverta.

La funcionaria explicó a los medios que la propuesta fue preparada buscando el consenso.  ¿Qué parámetros se tendrán en cuenta para fijar los ingresos de los pasivos?

El proyecto presentado establece un incremento de los haberes basado, fundamentalmente, en dos variables.

-Por un lado, el 50% del aumento será fijado por la variación de los salarios en base al RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables). Se prevé que el RIPTE aumente un 15,1% en el primer trimestre de 2015. Para el Gobierno, esta cláusula dará certeza a las jubilaciones que avanzarán acorde al salario de los empleados activos.

-La segunda parte, el otro 50%, estará atado a la recaudación tributaria de ANSES, entre ellos IVA, débitos y créditos, cigarrillos, que van a las arcas del organismo además de los aportes correspondientes a los trabajadores del sistema formal.

En este aspecto, en el Gobierno estiman que en 2021 se generará una etapa de crecimiento que será significativa en materia tributaria.

“Estamos en contra”

Juntos por el Cambio, ya anunció que está en contra de la propuesta del oficialismo.

El encargado de manifestar la oposición fue el cordobés Mario Negri. El legislador recordó la movilización que se hizo al Congreso en diciembre de 2017 cuando se suspendió la fórmula ideada en 2008.

Como ya es habitual, las quejas fueron realizadas a través de su cuenta de Twitter. “Tiraron toneladas de piedras cuando Cambiemos incorporó la inflación al cálculo de la movilidad jubilatoria”, redactó remarcando que están haciendo ajuste con los jubilados.

Otra vez, uno de los sectores más castigados, desde hace años, es el eje de las disputas fogoneadas por un sector político que está “en contra de todo”.

En 2015, una jubilación mínima superaba los 450 dólares. En el último semestre de 2019 se ubicó debajo de los 200 dólares. Clara señal que la fórmula defendida por Juntos por el Cambio fue muy perjudicial para los pasivos.

¿Será efectiva, nuevamente, la propuesta que rigió hasta 2017? Es la incógnita que se despejará a partir del año que viene, cuando se implementen los aumentos dos veces al año.

Entre 2009 y 2017, los haberes jubilatorios, calculados con las bases que propone el proyecto del gobierno de Alberto Fernández, le ganaron año tras año a la inflación.

Durante ese período, las mejoras de ingresos rondaron el 25,8% por sobre la inflación.

“La fórmula que se propone es sustancialmente la misma a la sancionada en el año 2008 y que resultó en una mejora sostenida en el poder adquisitivo de los jubilados y jubiladas hasta el año 2015”. Fue la explicación que salió del Ministerio de Economía.

“No es deseable en la Argentina tener a la inflación como variable, es más efectivo que los aumentos sigan el ritmo de los salarios”, explicaron.

En tanto, diversos centros de jubilados y pensionados se mostraron a favor de esta propuesta, a la vez que reclamaron un bono de fin de año.

Por ahora, el gobierno anunció un aumento en diciembre del 5%, de un bono especial todavía no se habla.

 

Imagen de José Manuel de Laá en Pixabay

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