Los sótanos amarillos de la democracia
Siniestro contenido en la Caja de la Pandemia. Extraño, doloroso, imprevisible. Persecución política, acoso judicial, invasión de la privacidad. Los sótanos amarillos de la democracia con la lupa tipo Sherlock, las cámaras ocultas, los micrófonos, los celulares pinchados.
Alerta, luz amarilla. Empresarios, periodistas, sindicalistas, legisladores, dirigentes, funcionarios judiciales. Todos bajo el ojo temible del recontra espionaje. Amigos, conocidos, enemigos, familia, vigilados en secreto por el poder de las sombras.
¿Qué tipo de mente puede haber ideado un plan tan perverso? ¿Con qué fines?
La Caja recién se abre, salen poco a poco los primeros rasgos de una operación que dañó económicamente, físicamente, moralmente a numerosas personas.
¿Qué dirigente democrático puede justificar estos hechos?
La investigación realizada por la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño reunió una cantidad significativa de pruebas que hoy están en manos del juez Federico Villena. Un abogado de 42 años de los tribunales de Lomas de Zamora.
Villena tiene en sus manos, una causa explosiva que involucra en calidad de “perseguidos”, durante la gestión de Mauricio Macri, a figuras importantes del PRO tales como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Emilio Monzó y el cordobés Nicolás Massot entre otros del riñón del anterior oficialismo.
Perseguían a los propios y a los ajenos. La cuestión era perseguir, hasta bajo las sábanas se metían, comentan por lo bajo.
En la noche de sábado se llevó a cabo la primera detención. La ordenó el juez de una causa paralela que investigaba el espionaje al Instituto Patria.
“Cayó el primero, van a caer todos”, indicó un abogado que patrocina a varios querellantes.
El primero que cayó es el exespía Alan Ruiz. ¿Quién es Alan Ruiz? El exdirector de Operaciones Especiales de la AFI en ese momento comandada por Gustavo Arribas.
Ruiz fue subcomisario de la Policía Metropolitana hasta 2015. Luego trabajó con Patricia Bullrrich en el Ministerio de Seguridad y pasó al cargo en la AFI.
La detención de Ruiz, sindicado por sus pares como el que daba las órdenes, es motivo de preocupación en el entorno del expresidente de la Nación.
Si Ruiz, que no se presentó a declarar en la Comisión Bicameral aduciendo un problema de salud, habla puede destapar la cadena de mandos en este escándalo que para algunos tiene características similares al Watergate.
En la comisión Bicameral ya declararon espías y esta semana recibirán a Hugo y Pablo Moyano, a quienes intentaron encarcelar, según consta en el expediente. Es más, según trascendió, ya tenían una celda cableada para escucharlos.
Parece el guión de una película, no lo es. Y es grave, porque a través de esas prácticas despreciables privaron de la libertad, supuestamente extorsionaron y hasta hicieron negocios jugosos para sus arcas.
Lo que va saliendo a la luz involucra a los que tenían el poder, a ciertos integrantes de la justicia y a determinados periodistas, uno de ellos apodado por los espías, Pirincho.
El abogado de Cristina Fernández, Carlos Beraldi presentó a la Justicia los registros de numerosas reuniones en la Casa Rosada con la presencia de los espías.
Los encuentros se llevaron a cabo en el despacho de una funcionaria de absoluta confianza del expresidente, Susana Martinengo. La mujer fue citada por la Comisión Bicameral del Congreso que investiga el trabajo del organismo dedicado a la inteligencia, pero pegó el faltazo.
¿Cómo va a explicar Martinengo tantas reuniones con los espías en su despacho? Ahora, nadie la conoce.
La famosa mesa judicial M
Otro de los temas que saltaron la semana pasada, fueron los mails encontrados en la AFI, convocando a la “mesa judicial”. El organizador de las reuniones era el exjefe de Gabinete Marcos Peña.
La mencionada mesa, destinada presuntamente a operar en la justicia, estaba integrada por el extitular de la AFI, Gustavo Arribas; el exministro de Justicia, Germán Garavano; el exjefe de asesores de Presidencia, José Torello, el exsecretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, Juan Bautista Mahiques y Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, entre otros.
La documentación fue recopilada por Cristina Caamaño y ya estaría en poder de la Bicameral y del juez Sebastián Ramos que investiga las acciones de ese comando y su supuesta participación en el armado de causas contra dirigentes opositores.
“La asociación ílicita tiene dos cabezas: Mauricio Macri y Marcos Peña”, expresó el abogado Gregorio Dalbon entrevistado en C5N.
¿Avanzará la justicia hasta descubrir el fondo de la caja amarilla?
Es una verdadera incógnita, por el momento.
En tiempos de Pandemia, todo es imprevisible.